3.12.09

Muerte por Editors

Difícil explicar con palabras las emociones conjuradas por unos Editors en su plenitud durante la noche del sábado 7 de noviembre en el Forest National de Bruselas: un auténtico vórtice que se lo tragó todo.

Ver un pabellón lleno de flamencos que, por primera vez en su vida, sienten que no pueden estar sentados, todos gritando y bailando desatados, es algo que no he visto en dos años que llevo aquí, ni en festivales ni en ningún sitio. Se les esperaba con ganas pero dieron mucho más (Editors ha sido la primera banda en 15 años en colocar un single directamente en el número 1 en Bélgica, gracias a Papillon. A raíz de esto anunciaron un segundo concierto en la ciudad).

Tocaron todo lo que tenían y más. Han dado la vida. Se fueron a casa hechos un trapo. Ellos y todos los que estábamos allí, que en el delirio ya no sabíamos si reír o llorar o saltar o bailar o qué hacer. “One of the best concerts I´ve seen in years”, le digo a un flamenco a mi lado. El tío asiente emocionado y se pone la mano en el corazón “A lot of heart”. Y es que esa fue la clave de todo el concierto de Editors: una pasión y una honestidad impagables, que son muy raros de ver en esta época de conciertos seriados, de compromiso laboral, muchas veces repetitivos o vacíos de esa sensación de que estás viéndolos tú por primera vez, de que nunca han tocado antes y de que nunca volverán a hacerlo. De que ese momento es único y tú eres un privilegiado que ha nacido para verlo. Un Indiana Jones que se adentró en la selva y encontró una ciudad maya intacta o un Howard Carter abriendo el sello de la tumba de Tutankhamon.

“Para subir más alto habría que ser U2”, pensé entonces, pero, ciertamente, no puedo decir que el concierto de U2 me emocionara más que este. La sinceridad que vi el sábado es un regalo que no tiene precio y en ese sentido, sí que conservan una frescura, una médula, que a veces se ahoga un poco entre los andamios mastodónticos de los irlandeses.

El fin de fiesta fue fulminante, con un Papillon acompañado de una pirotecnia que no deja saber sj uno está ya en el cielo o en el infierno.

Sabía que había otro concierto al día siguiente, pero me dio miedo ir. Me da miedo ir a verles de nuevo porque sé que lo del sábado es muy difícil que se repita, no solo con Editors sino con cualquier otro grupo. ¿Será mi condena comparar todos los conciertos con éste a partir de ahora? Aún así, habrá merecido la pena haber vivido tanto y haber muerto un poquito con ellos. Muerte por música, la mejor. Salir del concierto completamente lleno y completamente vacío a la vez. Les deseo una larguísima carrera musical porque deseo vivir y morir con ellos todas las veces que me sea posible.

Si quieres más Editors: www.editorsofficial.com

“The back room” – Buen disco debut para una banda que buscaba concretar su sonido.

“And end has a start” – Para mí, su mejor disco. Un 10 de principio a fin, muy coherente y sólido.

“In this light and on this evening” – Disco más reciente. Algo más experimental e irregular, pero con grandes momentos.