31.10.07

Feliz año nuevo celta

Esta noche, como alguno sabéis, es la noche de Samain, que no pertenece ni al año nuevo ni al antiguo, así que todo puede pasar. No permanezcáis muy cerca de ríos, lagos o costas, puesto que son portales al Otromundo, de donde pueden salir criaturas extrañas, del mundo de las hadas (sidhe). Los muertos también suelen aparecerse y suelen tener sed, así que quizás os pidan que los remolquéis hasta el río más cercano para beber. Mucho ojo, podéis llevar ramitas de sauce o de otros árboles protectores.
También se os puede aparecer la Púca, el caballo negro fantasmal, para llevaros en su lomo hasta los reinos subterráneos, bajo las colinas de Irlanda. Existen varios reinos de los sidhe, y los antiguos celtas tuvieron ocasión de vislumbrar alguna de sus tierras. La más famosa de ellas es Tír Na Óg, o Tierra de la Juventud, que está en el Oeste, más allá del mar, equivalente al Avalon de Arturo o a las tierras imperecederas de Tolkien.
Todos los sacrificios, ofrendas y purificaciones son especialmente bien recibidos por los dioses en esta noche. Morrígan y Dagda estuvieron juntos en el primer Samain, sobre los ríos irlandeses, formando un vínculo de prosperidad para el futuro de esas tierras. Cuidado con las hogueras, que no estamos en Irlanda y el clima está muy seco.

Samain es el mes de las bodas, los tributos, las ferias, los contratos y la gran oenách, que reúne a parientes, amigos, señores y vasallos. Algunas de estas asambleas son especiales, celebradas cada tres o cada siete años, son motivo de grandes festines, así que sed generosos y hospitalarios con vuestros invitados, pues estas son imprescindibles leyes de comportamiento en la sociedad celta y si las desobedecéis los poetas os satirizarán y podéis enfermar o incluso morir a causa de las malas palabras. No se debe negar cobijo a los viajeros en la noche de Samain.

No es necesario disfrazarse o maquillarse, pero podéis hacerlo si queréis despistar a los espíritus.

Suerte a todos en vuestro nuevo año celta, que empezará al amanecer de mañana (los días celtas normalmente empiezan al anochecer pero esta noche está fuera del tiempo y del espacio. Disfrutadla).



Cashel de los reyes, en Samain

Baby, I´m not LOST

Quería compartir esta canción de Michael Bublé (siguiendo con los posts de mis voces masculinas favoritas) y qué mejor manera que hacerlo que con este video "Skate", cuando quedan tantos meses aún (hasta febrero) para el estreno de la cuarta temporada...

29.10.07

Practicar el irlandés

Una buena forma de seguir escuchando gaélico es a través de la webTV de la TG4, la televisión gaélica (Teilifis Gaeilge). Muchos de los programas tienen subtítulos y están bastante bien. Además de que se pueden ver a través del ordenador como si fuera la tele. Si pillas los dibujos de la Liga de la Justicia puedes ver a Batman y Supes hablando gaélico.


Pincha en el botón de abajo para ver la tele. Seleccionando en el menú de la izquierda, al final, "Siamsaíocht - Cartlann" te da la opción de ver programas de música, de cocina y uno muy curioso de un tipo que trae a gente con historias peculiares en su familia. Las biografías de los entrevistados son bastante curiosas (el programa se llama Comhrá). Desde esta web también se pueden ver las noticias, los deportes, etc. de Irlanda


23.10.07

Recuerdo

Me levanto temprano, moribundo.
Perezoso resucito, bienvenido al mundo.
Con noticias asesinas me tomo el desayuno.

Camino del trabajo, en el metro,
aburrido, vigilo las caras de los viajeros
compañeros en la rutina y en los bostezos.

Y en el asiento de enfrente,
un rostro de repente,
claro, ilumina el vagón.
En sus gestos trae recuerdos,
de otros paisajes, otros tiempos
en los que una suerte mejor
me conoció.

No me atrevo a decir nada, no estoy seguro,
aunque esos ojos, sin duda, son los tuyos,
más cargados de nostalgia, quizás,
más oscuros.

Pero creo que eres tu, y estás casi igual
tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica mas triste de la ciudad.

Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores...
Del interrogante en tu mirada...
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres.
Jóvenes promesas. No, no teniamos nada.
Dejando en los portales
los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincon sin luz,
agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro,
y detrás de cada huída estabas tú,
estabas tú.

En las noches vacías, en que regreso
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos
de mi cuerpo.

Y ahora que te encuentro, veo que aun arde
la llama que encendiste.
Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.

Debo decirte algo, antes de que te bajes,
de este sucio vagón y quede muerto.
Mirarte a los ojos y tal vez recordarte
que antes de rendirnos, fuimos eternos.

Me levanto decidido y me acerco a ti
y algo en mi pecho se tensa. Se rompe.

¿Como estás? Cuanto tiempo, ¿te acuerdas de mi?
Y una sonrisa timida responde:

Perdone, pero creo que se ha equivocado.
Disculpe señorita, me recuerda tanto
a una mujer que conocí hace ya algunos años.

Mas viejo y mas cansado vuelvo a mi asiento,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos

14.10.07

“Un corazón caído ya no puede levantarse” (proverbio masai)








En la religión masai sólo existe una certeza: que el hombre vive y muere solo.

Puedo ver al masai recorriendo con su ganado el anillo del crater, bordeando la olla original, el alba de los tiempos, la génesis de la historia, levantando un camino de polvo a su paso. El polvo que enterró a sus antepasados y que enterrará a sus descendientes.

Avanza bañado en la luz balsámica de una sopa primigenia, el aire cálido y palpable de África que lo funde y lo unifica todo, hace que el cielo y la tierra desdibujen sus límites y deja al masai y a su estela de ágatas interminables caminando sobre el vacío cósmico, intemporal.

Que el hombre vive y muere en soledad es una certeza tan primitiva como el paisaje del Ngorongoro, un océano tibio de aislamiento, el dorado molino de Dios, cuna de la alquimia primitiva, donde todos los colores se filtran a través de una sustancia que los suma a todos ellos, esa luz que los enciende y los hace desvaídos y uniformes. Sobre la banda azulada que sirve de horizonte se extiende una marea pajiza con regueros verdes, meandros en fuga, escapando allá donde salpican los riachuelos y las veredas de los lagos.

Por esa vastedad opaca y luminosa, por esa paleta primeriza y evanescente, va errando el masai con su constelación oscura y mugiente, que se arrastra por las laderas de las montañas, incapaz de conquistar la inmensidad, insignificante, arrinconada contra la vasta pared del valle.

El Ngorongoro es muy antiguo, anterior al capítulo bíblico en que Dios otorga la Tierra al hombre para que la domine. Pertenece a textos anteriores. Es anterior a la separación del cielo y la tierra por el dios Engai, el dios masai de la creación. No ha sido otorgado, no puede ser conquistado. Dios ha preservado su caldero luminoso tal y como era cuando estaba soñando y esbozando todo lo demás, y el cráter guarda aún los difuminados y borrosos de sus bocetos, los colores experimentales, la base mezcladora de la que surgió la vida.

Al borde exterior de este gran silencio, desterrados del paraíso, los círculos de estacas de los kraal masai se agarran a las tierras con las uñas y los dientes propios de la épica humana cuando se empeña en sobrevivir en los confines del mundo, en las fronteras de lo permitido por la naturaleza. Los hombres se anclan a los desfiladeros de la tierra, ya sea en los acantilados rocosos de las islas de Arán, en la mampostería de hielo de los polos o, como aquí, como univalvos besando los muros de un volcán extinto.

Desde su borde mira el masai, sin dudas, antes de iniciar su travesía, antes de descender a la atávica sustancia de amaneceres permanentes y perderse por sus caminos. Seguido de toda su riqueza, arrastra su manchado ganado bovino como una red ostentosa de perlas negras, detrás de sí. Su manta roja, como una llamarada viva, alumbra el camino a su cohorte ciega en mitad de ese espacio indefinido que es el Ngorongoro, abriendo a la vez otro camino, el de la poesía, en su inmensurable metáfora de la soledad humana.
Texto Ana B. Nieto
Fotos Eladio López















11.10.07

Sensual vino de verano

Dos versiones diferentes del clásico "Summer wine", interpretadas por dos de las voces masculinas más sensuales disponibles ahora mismo: el niño malo Ville Valo y el incomparable Bono. Para rematar, al final, la versión clásica de 1967 de Lee/Sinatra, por si quieren comparar.








Ville ha sacado nuevo disco con HIM, Venus Doom. Este muchacho podría sacarse más partido en todos los aspectos, no sé, cuidarse más, pintarse como antes, recuperar el glam que le lanzó a la fama como el vampiro sensual y suicida que tanto encanto tenía. Recuerdo haberle visto en el Chesterfield, en un concierto donde había máximo 30 personas, hablando en finés, y me pareció un auténtico animal felino. Magnético, estético hasta el delirio, la forma de mover los ojos, la lengua, en fin, todo transmitía ese erotismo gótico sobre el que ha construido su imagen. Sujetaba el micro como si fuera la garganta de una mujer a la que le fuera a clavar los colmillos. Y para que hablar del año siguiente, cuando le di la mano en Gran Vía :P... Esta imagen tipo Johnny Depp no le va mucho. Valo es el estandarte de la mezcla Love Metal que quiere vender HIM, si se desmejora, no les auguro mucho tiempo y menos con los esfuerzos que están haciendo por meterse en el mercado americano... Aún parece que tiene absenta en las venas pero, vaya, ha tenido videos mejores. Esperemos que se haya recuperado definitivamente de su periplo alcóholico... Necesitamos vampiros en condiciones. Por su infernal majestad, no fumes más, que por lo menos quede la voz.

De Bono, para qué decir nada. El fumar le estaba dejando en el triste camino de Joe Cocker y por fortuna ya demostró en el Vertigo Tour que esos días habían quedado muy atrás...

9.10.07

Ptolomeo y las fuentes del Nilo

Hoy aparecía en las noticias el siguiente titular:


El mapamundi fue arrancado de una edición rara de la obra Geographiae, de Claudio Ptolomeo (siglo II después de Cristo), correspondiente a la edición de Roma de 1508. Contiene el primer mapamundi de la historia en el que hay una referencia al Nuevo Mundo. Un ejemplar similar de este libro fue vendido en Londres el pasado octubre por 500.000 euros.


El mapa de Claudio Ptolomeo (hacia el 150 A.D.) resulta fascinante todavía a día de hoy. Ptolomeo estaba en contacto con la escuela de Alejandría, en la famosa Biblioteca, y eso le permitió reunir datos sobre regiones excepcionalmente remotas y exóticas para su época. Científico total, Ptolomeo escribió, además, tratados de astronomía/astrología, teoría musical y óptica.
No se conserva ningún mapa gráfico reproducido fielmente del suyo, pero sus abundantes descripciones han permitido recrearlo, siendo el más antiguo que poseemos, de entorno al 1300.

El primer mapa que se posee de Irlanda se lo debemos a Ptolomeo. En él, se sitúa la capital, Ivernos, en Munster. De este nombre viene la famosa Hibernia, nombre que dieron los romanos a la isla. Es fascinante como, a base de hablar con comerciantes y viajeros, consiguió recopilar tanta información de un lugar que en su tiempo parecía poco menos que el fin del mundo (haz click para ampliar los mapas).



Pero sin duda uno de los grandes misterios del mapa de Ptolomeo fue la situación, recordemos que estamos en el 150 A.D., de las fuentes del río Nilo, que hasta entonces se llamaban las "bocas del cielo" y que los egipcios, en su mitología, creían que bajaban directamente de las nubes, como cascadas colgantes. Este mapa será considerado fantástico, durante mucho tiempo, y el sueño de "descubrir" las fuentes del Nilo obsesionará a muchos hombres a lo largo de la historia, especialmente durante el XIX, el siglo de las grandes exploraciones a través del continente africano.


En este mapa se aprecia claramente la situación de ambos lagos, al sur del Nilo.

Tomo los siguientes pasajes del libro de Javier Reverte, El sueño de África:

Los egipcios lo consideraban sagrado, le concedían rango de dios, y su mitología afirmaba que nacía de las bocas de los cielos, cayendo en cataratas sobre la tierra y creando vida a su paso en el camino hacia el mar.

Herodoto había navegado su corriente desde la desembocadura hasta la isla Elefantina, en Assuán. El geógrafo griego Tolomeo lo llamó Padre de los ríos y trazó el mapa según el cual el Nilo nacía de dos grandes lagos, en los que se vertía el agua del deshielo de las nieves de una cordillera de elevadas alturas, a las que bautizó como Montes Lunae, las montañas de la luna.

Al parecer, Tolomeo las llamó así por el aspecto que sus cumbres ofrecen cuando la luna golpea sobre las montañas y el cielo está despejado de neblinas, pues en ellas se refleja el satélite como en un espejo. En cuanto a Ruwenzori, su otro nombre, la palabra significa "el lugar donde se hace la lluvia" o bien "la gran hoja donde hierven las nubes".

Hubo expediciones en la Antigüedad, entre ellas una ordenada por Nerón, pero todas fracasaron. Más allá de Jartum, la capital de Sudán, el río se divide en múltiples brazos y llegan hasta su cauce aguas venidas de las montañas de Etiopía, lo que hoy se conoce como el Nilo Azul. Las ciénagas no navegables y los territorios de jungla pantanosa impedían el paso a los audaces que se atrevieran a llegar hasta allí.

Basó su trabajo, en parte, en la recolección que había hecho Marinus de Tiro, quien, a su vez, había recibido la información de un comerciante griego llamado Diógenes. Este hombre, a mediados del s. I, había desembarcado en un puerto de las costas del Índico, quizás el actual Pangani, en la costa de Kenia, y desde allí emprendió viaje hacia el interior de África".

Las migraciones Masai a partir del XV, bajando desde Sudán, bloquearon la zona al paso del hombre blanco, y el misterio de las fuentes del Nilo se perdió durante años, hasta que unos misioneros proporcionaron el "mapa babosa" a Speke y Burton, y el primero acabó "descubriendo" el lago Victoria. El lago gemelo, el Alberto, que también había dibujado Ptolomeo, fue descubierto por Baker. Stanley se encargó de descubrir las montañas de la luna y de ratificar los descubrimientos anteriores. Esto dejó fuera otras teorías, como la del propio Burton, que aseguraba que el Nilo nacía en el Tanganika, o la de Livingstone, que se la atribuía al Lualaba.
He aquí, el punto justo donde nace el río Nilo, como una corriente que surge del Lago Victoria. Somos unos privilegiados por poder observar sin esfuerzo aquello que llevó a la muerte a cientos de hombres románticos y aventureros.








4.10.07

Necesaria presión sobre Birmania

Las noticias sobre la crisis birmana han dejado de aparecer en la mayoría de los medios, en parte por la escasez de noticias e imágenes que nos llegan de allí, cuando está muy lejos de solucionarse y peligra el respeto a los derechos fundamentales de miles de personas. El evitar el maltrato y la tortura a los presos (muchos de ellos monjes o civiles del mundo de la cultura y el arte, como el humorista Par Par Lay, que mantenía activo su espectáculo estuvimos el año pasado de visita en el país) depende en gran medida de que los ojos de la comunidad internacional permanezcan fijos sobre la Junta Militar y sus desmanes. No permitamos que decaiga el interés y se asuma este atropellamiento de los derechos humanos como algo natural y aceptable. Es revelador el siguiente texto de El País (3 de octubre):
"Nadie ve lo que está pasando en Myanmar (antigua Birmania), pero las noticias siguen llegando. A pesar del esfuerzo de la Junta Militar por silenciar la represión contra los ciudadanos rebeldes y poner buena cara a la diplomacia internacional, la cadena británica BBC informó ayer, citando fuentes de grupos paramilitares financiados por el Gobierno, que unos 4.000 monjes arrestados en las manifestaciones de la semana pasada serán llevados en secreto al norte del Myanmar. Los monjes budistas que encabezaron las protestas están siendo confinados mientras tanto en un colegio y en un antiguo recinto deportivo. Algunos han dejado de comer.
El traslado secreto de los monjes da una idea de que el Gobierno militar se resiste a perder la guerra mediática. De Yangon (antigua Rangún) no llegan apenas imágenes de lo que está pasando y las noticias que transmite la prensa del régimen dibujan un panorama de color de rosa, con dirigentes sonrientes y dispuestos a recibir a los diplomáticos de la ONU. El objetivo indisimulado es que el interés por lo que ha estado sucediendo estos días en ese país lejano comience a decaer.

Ayer, los grupos paramilitares cercanos al régimen se dedicaban a reclutar a la gente más pobre de las ciudades para participar en una contramanifestación a favor del Gobierno a cambio de dos dólares y bajo la amenaza de tener que pagar siete si no quieren tener problemas más graves, informó ayer la radio Mizzima, un canal de periodistas birmanos que transmite desde países vecinos como Tailandia.

Lo que ocurra en Myanmar en los próximos días depende mucho de eso y de la presión que se haga sobre el país"
Una excelente cobertura de la crisis se puede encontrar en El País:
O bien en la BBC:
Haz click aquí para seguir la cobertura de Amnistía Internacional:
Si todavía no lo has leído, te recomiendo El septimo velo de Juan Manuel de Prada, sobre los disidentes de París durante la II Guerra Mundial. Además de estar excepcionalmente bien escrito, creo que da buena dimensión de lo que es estar encerrado y torturado por un régimen dictatorial.

3.10.07

La luz del Serengeti







El Serengeti, la llanura sin fin, estaba lleno de vida pero también de muerte.

Había sobre aquella luminosa y reveladora extensión una inquietante mezcla de libertad radical y de inmensidad desoladora, como una plataforma para que el hombre mzungu pudiera experimentar con la química del primitivismo, el instinto, la mística elemental, la ligadura de la tierra, todos ellos elementos que aún podía rastrear en el trazado de su herencia, como se rastrean los polvorientos caminos de la trashumancia, olvidados entre pueblo y pueblo, apartados de los mapas y sus arterias de asfalto.

El Serengeti parece ser un lugar definitivamente fuera de lo moral, siendo lo moral exclusivamente humano, un producto de nuestra mente. El Serengeti es, simplemente, y lo bueno y lo malo, lo cultural, queda fuera de sus luminosas fronteras, siempre vaporosas, siempre veladas en la distancia, protegidas en sus ínfulas oníricas, en la azulada niebla fría que da forma a sus montañas.

Esta ausencia de moralidad y del elemento humano no lo hace salvaje o peligroso, sino todo lo contrario: pacífico, armónico, inmutable, tan preparado para la clarividencia que en sus cielos se pueden distinguir perfectamente todos los estados atmosféricos. Los rayos del sol se vuelven físicos contra el lomo tormentoso de las nubes. Las lluvias se adivinan como telones ondulantes que emborronan las distancias y son corridos lentamente por una mano invisible al avanzar a través del cielo, como una manada de gigantescos elefantes que, parsimoniosos, recorrieran el paisaje en lontananza.

La luz del Serengeti es su elemento más característico y esencial, la delicia del ojo entregado a los placeres de las acuarelas y las veladuras pictóricas. Su tiempo inmutable se entretiene y naufraga en el galopar equilibrado y sinuoso, irreal de tan extraño, que tienen las jirafas, pierde su fuerza tránsfuga en la solidez de las patas de elefante, se estanca irremediablemente en las piscinas turbias de los hipopótamos y en los estómagos llenos de huesos de las hienas.

Cráneos aislados y remotos a lo largo del camino, empequeñecidos aunque significantes de esa naturaleza circular de la que a veces queremos separarnos, contrastan con los esbozos lejanos de formas montañosas, titanes volátiles como ala de Titania, como ala de libélula que se desvanecen, se evaporan, se desmayan en la distancia, exhaustos por el peso, dormidos en el bálsamo tse-tsé de la luz del Serengeti.
Texto: Ana B. Nieto
Fotos (Mburu, Masai Mara, Serengeti): Eladio López