Se piensa que el TOR de Glastonbury es la colina sobre la que en otro tiempo se asentó la famosa Camelot (el hillfort se ve muy bien desde arriba, con Google Earth).
Como se sabe son muchas las diferencias entre el Arturo medieval que ha pasado a la posteridad y el que se cree que pudo ser el rey que le sirvió de base histórica, gobernante de un pequeño reino parecido a los túatha irlandeses, habitando una construcción de madera y rodeado por una banda de guerreros fieles al modo de los fianna del ciclo feniano. Una figura no muy alejada del Coroticus que aparece en los escritos de San Patricio, saqueando las costas irlandesas o de Ingcél
Cáech, hijo de un rey de los britanos, que iba saqueando territorios vecinos en la propia Albión.
Ahora bien, pese a lo diferente, el ciclo de leyendas artúricas condensa un gran número de mitos que son herencia directa de sus antecesores celtas o que son similares en otras culturas indoeuropeas. Su concepción se produce en extrañas circunstancias y mediante el engaño y luego pasamos a su adopción y crianza desconociendo su orígen (¿quién no recuerda al muchacho de Merlín El encantador?). Pues bien, este hijo famoso, de ascendencia principesca, que acaba entre porqueros o campesinos para recuperar luego su justo lugar (se le reconoce por marca de nacimiento, revelación mágica, reacción de la espada en su mano, reacción de la puerta que se le abre...) se nos aparece innumerables veces en las historias irlandesas (Cormac Mac Airt), griegas (Zeus, Edipo, Hércules), romanas (Rómulo y Remos), vidas de santos (ya hablaba del caso de San Ailbe en el post de Santos guerreros) e incluso en reelaboraciones posteriores como las de Tolkien (Aragorn o Túrin, que pasan su infancia entre extraños, ocultando su origen) o Disney (La Bella Durmiente).
Además de este mito tan interesante, tenemos otros clásicos, como el triángulo de la traición de la esposa con el joven guerrero (Diarmuid y Gránnia, Deirdre y Naoise o Tristán e Isolda) y el viaje a las islas del más allá.
La actual Abadía de Glastonbury se asienta sobre construcciones muy anteriores. Se dice que podría ser el lugar donde está enterrado Arturo (vaya tontería, todos sabemos que sigue vivo en Avalón, esperando el momento de regresar) y también donde podría estar enterrado Palladius, primer obispo de los irlandeses (antes que San Patricio) y conocido como Senex Padrig (Patricio el Viejo) en los anales.
Aquí el castillo de Pembroke, en Gales (la región con mayor número de castillos por kilómetro cuadrado del mundo), que es como solemos imaginarnos Camelot. Abajo, cisnes retratados por Eladio, maestro de la luz y la composición :P