El Oxegen llegó y pasó y lo mejor que dejó fueron los conciertos en la carpa acústica, lo que no es decir mucho de un festival que donde debería lucirse es en el escenario principal donde están todos los cabezas de cartel. El sonido era un desastre, en primeras filas te quedabas sordo (estoy segura de que después de Muse tengo daño auditivo permanente) y a mitad de la masa se perdía la música.
Avril Lavigne, con su micro rosa, el primer concierto que vi
Esta soy yo en el concierto de Avril. Todavía hacía sol. Aún no sabía lo que me esperaba
No todo fue negativo, mi querido y brillante Rufus salvó los muebles con un concierto maravilloso, acompañado de orquesta, un auténtico show digno de Broadway, que, por donde va, deja boquiabiertos a los críticos de todos los países.
Como es difícil hablar de Rufus y no dedicarle el post completo, lo comento ampliamente en el próximo.
El himno de Arcade Fire
Muse, galácticos. Espectáculo interestelar de luces y música, pero para mí, más industrial que emocional. Le falta, creo, el sentimiento de Placebo, por ejemplo. También sonaban muy parecidos al disco, lo cual no me gusta, prefiero que adapten el repertorio al directo. Los vi muy potentes pero algo fríos, excepto en "Time is running out", desgarrada e increíble.
Esa canción es brutal.
Sinéad O´Connor fue, para mí, la sorpresa, estuvo muy irlandesa, potente, emocionante. Cantó un "You made me the thief of your heart" que vaya, me robó el corazón completamente, como dice la misma canción. Lo consiguió, a base de gritos y rabiosa música 100% irish. Qué extraordinario himno a Irlanda, no es porque la haya compuesto U2... ;)
Abajo, el gran clásico de Sinéad: "Nothing compares to U2" :P
A la derecha, el arcoiris del Leprechaun
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