Pronto ponemos las panorámicas de 360º
Cultura celta e irlandesa. Cuentos, leyendas, arqueología, mitología, poesía y épica para iluminar el camino
2.6.07
Killarney y Sligo: oeste de Irlanda
9.5.07
Diarmuid & Grania
Nota: El siguiente cuento es un extracto de la leyenda de Diarmuid y Grania, del ciclo feniano, una de las sagas más importantes de la mitología celta. El capítulo 1 lo he reescrito a mi manera, intentando seguir el estilo de las sagas (un poco "de oídas", como debía hacerse realmente), el capítulo 2 lo he escrito en un estilo más contemporáneo e introspectivo para poder ahondar un poco en los personajes y el capítulo 3 lo he traducido literalmente de las "fuentes", en este caso de la ed. de Lady Augusta Gregory (s.XIX). Lo que aparece en cursiva esta extraído directamente de ésta. Como sucede con todas las leyendas, existen varias versiones de esta historia. Ésta es sólo una de ellas.
CAPÍTULO 1 – Como toda la vida en un día
Ahora bien, todos los asistentes parecían felices en el fuerte de Fionn y estaban allí los mejores de los Fianna y las más hermosas mujeres de toda Irlanda. Todos estaban felices excepto Grania, hija del rey Cormac, que sentía la sangre en su corazón amarga y vuelta contra Fionn, pues era su prometido para ella como un leño sin savia que desea adherirse a la hiedra joven y compartir su fuerza ascendente, viejo y gris como piedras que envidian al río y su corriente, pero no pueden alcanzarlo en su transcurso.
Los Fianna se encontraban entonces reunidos a la mesa festiva, los más poderosos y admirados de ellos. Y de entre todos había uno que tenía un azul brillante en los ojos y los cabellos oscuros le nacían bajo un casco que siempre llevaba ceñido sobre su frente y Grania ya se había fijado en él y en su figura apuesta durante la mañana, porque había marcado tres goles en el partido de hurling.
- ¿Quién es el hombre de las dulces palabras, con el pelo oscuro y las mejillas del color de la baya de serbal? – preguntó Grania al druida de Fionn.
- Ese es Diarmuid, nieto de Duibhne. Y dicen que es el mejor amante de toda Irlanda.
- Esa sería una buena compañía – dijo Grania.
Y le pareció a Grania que cuando él hablaba era como si una ola acariciase la arena de una playa, y así como se observa el vaivén del mar, interminablemente, así le observaba también ella, fascinada.
Ahora bien, la razón para que el casco estuviera siempre ceñido sobre su frente era que Diarmuid tenía una marca, un lunar que la Juventud había puesto sobre él, y ninguna de las mujeres que la veían podía evitar darle su amor. Y por eso él la llevaba siempre oculta y a salvo de todas las miradas.
Pero justo al término del banquete, los perros comenzaron a pelearse fuera, a causa de la carne que les habían echado, y Diarmuid salió fuera para separarlos y Grania le siguió sin que nadie lo supiera. Y cuando él estaba separando a los perros, el casco se le cayó y Grania, que le estaba mirando, sintió toda la vida en un solo día y se enamoró de él hasta el final de la vida y el tiempo y fue incapaz de darle su amor a ningún otro que no fuera él.
CAPÍTULO 2 – El agua es más osada que tú
Diarmuid se levantó muy temprano en la mañana y se acercó a la orilla del río. Llevaban muchos días de viaje, no podía ya recordar cuántos. Sentía nostalgia de ver a su gente y a sus camaradas, los mejores de entre los Fianna, sus queridos amigos Oisín y Osgar y Conan y Caoilte, por quienes había derramado lágrimas del tamaño de bayas silvestres al despedirse.
Acarició su espada, cuyo único oficio era ahora el de proteger a aquella mujer y a sí mismo del que una vez fuera su líder: el hombre al que había jurado lealtad, su amigo… Fionn el poderoso, devorado ahora por celos que eran como púas venenosas en el lomo de un jabalí encantado, lanzado en pos de ellos en una persecución interminable.
No había sido culpa suya, no tenía nada que reprocharse a sí mismo, era evidente para todos los Fianna. Grania había impuesto inquebrantables lazos druídicos sobre él, votos para los que no había resistencia posible. Sus propios amigos le habían recomendado la fuga ante la fuerza de aquéllos, pero no dejaba de ser una traición mayúscula contra el que fuera su protector y capitán.
Tomó el pan sin romper y la carne sin tocar y las depositó cuidadosamente donde sabía que Fionn y los Fianna, en su persecución, podrían encontrarlos. Al menos podía seguir haciendo aquello. Dejar aquella señal de lealtad a Fionn, aquel signo de que no había tocado a su prometida. Grania podía forzarle mediante sus malos vínculos a que la llevase lejos del reino, en una huída desesperada y sin final, pero no podía obligarle a nada más. Y él ya le había advertido que no era como esposa que se la llevaría. Al menos le quedaba eso.
Grania le miraba mientras hacía esto, desde la otra margen del río, y se llenaba de sentimientos contradictorios hacia él. La lealtad que Diarmuid le profesaba a Fionn se interponía entre ellos cortante como el borde de un acantilado, que impide abruptamente el beso de la ola y la arena y endurece a las dos partes, convirtiendo a la tierra en roca áspera y al mar en un violento romper de espuma blanca. Cada noche él le preparaba una cama en mitad del bosque, bajo los cromlechs o en las copas de los abedules, cada noche más hacia el oeste, más lejos de Tara y de los punzantes celos de Fionn, pero jamás se quedaba a su lado, jamás sus dedos habían tenido intención de recorrer el cuerpo de ella, virgen todavía, y aquello la atormentaba y su corazón era víctima de una gran pasión por él.
Pasaron la mañana caminando trabajosamente por la orilla opuesta del río; cambiarse de margen hacía su rastro más difícil de seguir para su perseguidor, y se detenían a descansar cuando Grania ya no podía continuar del agotamiento.
Viéndola reposar allí, extenuada sobre la roca, Diarmuid recordó las penurias de las últimas semanas. Las veces que la había salvado de la furia de los Fianna, de los perros asesinos de Fionn, la cantidad de buenos hombres que habían tenido que caer para evitar que ella se viera obligada, en el mejor de los casos, a cumplir un destino que aborrecía al lado del anciano capitán. Protegerla, alimentarla, conseguirle refugio, se había convertido en la única razón de su existencia. Él que en otro tiempo se había dedicado a emprender hazañas guerreras, a servir a Irlanda y a hacerse un nombre entre los guerreros, consiguiendo contarse entre los mejores de ellos a pesar de su juventud, ahora pasaba los días y las noches pendiente de una sola mujer, indefensa como una cierva huyendo de perros cazadores. Grania era hermosa y joven. No tenía culpa. Había visto la marca de amor en su frente y eso era lo que la había llevado a cargarle con aquella maldición: la del exilio perpetuo, la tristeza apátrida, la separación de todo lo que él amaba. Y eso la incluía a ella misma, que se estaba haciendo dueña de su corazón lentamente pero que debía permanecer lejos, como un destino inalcanzable.
Grania entonces terminó de cruzar el río de vuelta, pues ya era mediodía y era entonces cuando solían cambiarse nuevamente de margen para comer, y cuando estaba terminando de cruzar sobre un leño, la corriente de agua le salpicó los muslos.
- Mira, el agua es más osada que tú – le reprochó ella. Y él no le devolvió respuesta pero por dentro sentía encender su sangre contra ella porque no era por falta de deseo que no la hacía suya, sino por lealtad y respeto al que hubiera sido su capitán y, que ahora, por ella, se había convertido en enemigo.
Pescó salmón para comer, lo limpió y lo puso a asar mientras que la princesa descansaba y en toda la comida no se dirigieron una sola palabra.
CAPÍTULO 3 – La discusión
Y entonces ella y Diarmuid marcharon otra vez y pararon por un tiempo en una cueva que estaba cercana al mar.
Y aquella noche, cuando estaban allí, llegó una gran tormenta, así que fueron a la parte más lejana y profunda de la cueva. Pero aunque la noche era muy mala, uno de los hombres de los Fomor, Ciach el fiero era su nombre, llegó desde el oeste del océano en un currach, con dos remos y paró en la cueva para refugiarse. Y Diarmuid le dio la bienvenida y se sentaron juntos a jugar al ajedrez. Y (Ciach) consiguió lo mejor de la partida y lo que pidió por sus victorias fue a Grania por esposa, y puso sus brazos alrededor de ella como si se la fuera a llevar. Y Grania dijo: “He estado marchando por mucho tiempo con el tercer mejor hombre de los Fianna, y nunca se me ha acercado tanto como tú ahora”.
Y Diarmuid tomó su espada para matar a Ciach y hubo una gran ira en Grania al ver esto, y tenía ella un cuchillo en su mano y se lo clavó a Diarmuid en el muslo. Y Diarmuid puso fin al Fomor, y no dijo ni una palabra a Grannia sino que salió corriendo a través de la tormenta.
Y Grania fue siguiéndole y llamándole, pero él tenía mucha furia en él (1) y no la respondía. Y finalmente, al romper el día ella le alcanzó, y entonces escucharon el llanto de una garza y ella le preguntó qué es lo que había hecho a la garza gritar.
“Dímelo –dijo ella - nieto de Duibhne, al que le di mi amor”, Y Diarmuid dijo: “Oh, Grania, hija del Alto Rey, mujer que nunca dio un paso correctamente, es porque está congelada hasta los huesos que grita así”. Y Grania le pidió perdón, porque él le estaba haciendo reproches, y esto fue lo que él le dijo: “Oh, Grania, del cabello hermoso, aunque seas más hermosa que el árbol verde florecido, tu amor pasa de largo tan rápido como la nube fría al comienzo del día. Y me estás pidiendo algo muy duro ahora”, le dijo, “y es una pena lo que me dijiste, Grania, porque fuiste tú la que me llevó de la casa de mi señor, de la cual estoy prohibido hasta hoy; y ahora estoy en apuros a través de la noche, inquieto en todos los lugares”.
“Soy como el ciervo salvaje, o como una bestia extraviada, yendo siempre y para siempre a través de largos valles; hay en mí una gran nostalgia de ver a alguno de los míos”.
“Dejé a mi propia gente que eran más brillantes que la cal o la nieve; su corazón estaba lleno de generosidad hacia mí, como el sol que está sobre nosotros: pero ahora me persiguen enfurecidos, a todos los puertos y a todas las playas”.
“Perdí a mi gente por ti, y a mi señor, y mis largos y brillantes barcos en todos los mares; perdí mi tesoro y mi oro; es hambre lo que tú me diste a través de tu amor”.
“Perdí mi país y a mi familia; a los hombres que solían servirme; perdí tranquilidad y afecto; perdí a los hombres de Irlanda y a todos los Fianna”.
“Perdí placer y música; perdí mi buen hacer y mi honor; perdí a los Fianna de Irlanda, mis grandes parientes, por culpa del amor que tú me diste”
“Oh, Grania, blanca como la nieve, hubiera sido una decisión mejor para ti que me hubieras dado odio, o bien gentileza al Cabeza de los Fianna”.
Y Grania dijo: “Oh, Diarmuid del rostro como la nieve, como la falda de las montañas el sonido de tu voz era para mí más querido que todas las riquezas del líder de los Fianna”.
“El azul de tus ojos es más querido para mí que su fuerza, y su oro, y su gran salón; la marca de amor en tu frente es mejor para mí que la miel en los arroyos; la primera vez que miré en ella fue más para mí que todo lo que tiene el Rey de Irlanda”.
“Mi corazón cayó entonces aquí y allí ante tu alta belleza; cuando viniste hacia mí, fue como toda la vida en un día”
“Oh, Diarmuid, de las manos hermosas, llévame contigo al igual que antes; es conmigo que la culpa está enteramente; dame tu promesa de que nunca me abandonarás”.
Pero Diarmuid le dijo: “Cómo podría llevarte de nuevo, eres una mujer de demasiadas palabras; un día le diste tu palabra al Cabeza de los Fianna, y al día siguiente a mí, sin mentira ninguna”
“Fuiste tú la que me separaste de Fionn, de manera que caí bajo la pena y la tristeza; y querías dejarme ahora a mí mismo, ahora que estaba lleno de afecto (por ti)”.
Y Grania dijo: “No me dejes ahora de esta forma, con mi amor que crece por ti siempre como las ramas nuevas de un árbol con el amable calor duradero del día”.
Pero Diarmuid no se rendía a ella y le dijo: “Eres una mujer llena de palabras, y eres tú la que me ha entristecido. Te llevé conmigo y me has apuñalado a propósito del hombre de los Fomor”.
La dramática Belbulben, co. Sligo, lugar de la muerte de Diarmuid
Entonces llegaron a un lugar donde había una cueva, con agua fluyendo bajo ella, y pararon a descansar; y Grania dijo: “¿Tienes en mente comer pan y carne ahora, Diarmuid?
“Verdaderamente los comería si los tuviera”, dijo Diarmuid.
“Dame entonces un cuchillo”, dijo ella, “y yo te lo cortaré”.
“Busca el cuchillo en la vaina donde tú misma lo pusiste”, dijo Diarmuid.
Ella vio que el cuchillo estaba en el muslo donde ella le había apuñalado, porque no se lo había sacado él mismo. Así que ella se lo sacó; y sintió la mayor vergüenza que nunca vendría sobre ella.
Entonces descansaron en la cueva. Y al día siguiente cuando volvieron a emprender el camino, Diarmuid no dejó pan sin romper como había hecho cualquier otro de los días como símbolo para Fionn de que le había mantenido su lealtad, sino que fue pan roto lo que dejó detrás de él.
Tristán e Isolda en una ilustración de Delville, una leyenda similar, junto con la de Lancelot y Ginebra
(1) Esta expresión es propia del gaélico, en el cual a este tipo de verbos se le suele incluir el “orm” (en mí), “ort” (en ti), etc.: “tengo hambre en mí”, “tengo furia en mí”, “tengo afecto en mí”, etc.
Las imágenes de paisajes son de nuestro último viaje a Sligo, a excepción de la construcción megalítica "La cama de Diarmuid y Grania" (una de las muchas) que pertenece a Anthony Weir.
29.4.07
Bono, 47 años de inspiración
La actitud de Bono
Objetivos
"LiveAid in 1985 raised 200 million dollars for Africa. We thought that this was great, it´s a lot of money. Then we found that africans have to give back 200 million dollars every week in debt. For every dollar we give to Africa, they have to give back 9. This is insane"
Estrategias
El trabajo de Bono con las ONG me interesó ya entonces e hice un estudio sobre la coalición Jubileo 2000 y las estrategias de comunicación de la misma. Desde entonces he seguido de cerca cómo Bono utiliza todos los medios a su alcance para conseguir su objetivo. En aquella época la diferencia entre conciencia solidaria entre americanos y europeos era muy grande y USA era de los países que menos ayudaban al tercer mundo en porcentaje. Dicen que los americanos viven un poco en una burbuja, que no saben si hay algo fuera de su país, que se miran mucho el ombligo y yo pienso que es un poco así. Bono vio ahí una oportunidad y un campo para trabajar. Tenía que ganarse a los yanquis. Ese era su propósito y el de sus colaboradores.
Bono había viajado por África, visitado hospitales terminales de SIDA, estado en campos de refugiados, recorrido el continente con el economista de Columbia Jeffrey Sachs... Había hecho los deberes, sólo le faltaba transmitirlo. ¿Cómo hacerlo en una sociedad tan consumista y superficial como la americana? Trabajando con sus mismas armas. Tenía que poner la solidaridad de moda.
Encabezó la campaña Make poverty history en UK, y creó una website exclusivamente americana: www.one.org para este propósito. Además, creó su propia organización para esta batalla, DATA (Debt, Aids Trade Africa), www.data.org. En España, la organización correspondiente es www.pobrezacero.org.
Los de ONE se aliaron con las celebrities americanas, hicieron el famoso video de los clicks, se apuntaron a la moda de las pulseritas de goma, hicieron los atractivos banners de la "white band", como el que aparece en esta web y que se distribuyeron por todo internet. Se utilizaron las listas de e-mail para mandar miles de mensajes de presión al congreso, al senado, a la presidencia, a todo el mundo. Los videos de ONE, bajo el lema (muy apropiado) "We are not asking for your money, we are asking for your voice":
Por supuesto, Bono, no se olvida de que U2 es una excelente plataforma de promoción para sus ideas y en todos los conciertos aprovecha para hablar de ello. En With or without you, pide que se enciendan todos los móviles, como pequeñas estrellas que iluminan los estadios, y pide que se envíen mensajes de texto a los presidentes (a cada presidente dependiendo de cada país, en nuestro caso a "sapatero") pidiendo que no se olviden de que todavía hay países pobres que necesitan ayuda.
Su último paso fue ir este miércoles al Operación Triunfo americano, American Idol, para hablar a los jóvenes americanos sobre el tercer mundo y la necesidad de seguir dando pasos en este sentido, en uno de los especiales llamados Idol gives back. Muchos fans de U2 han criticado esto. No soportan el programa, no entienden qué hace allí, le critican por estar más preocupado con sus cosas que con su música. Yo esta actitud no la entiendo. Bono es el alma de U2 y Bono es así. Su espíritu es el que ha construido en gran medida la leyenda viva que es U2. La causas de Bono y el éxito de U2 no se pueden separar.
Dentro de poco, el 10 de mayo, Paul Hewson cumplirá 47 años y espero que cumpla muchos más. Le agradezco que a día de hoy siga inspirándome. Bono, eres mi auténtico superhéroe.
Día de playa
El agua estaba fría pero ese olor a mar, la brisa y el sonido... La magia de estar en una isla en el borde de Europa, protegida y apartada, fuera del mundo real. Dicen los que viven en islas que es una bendición y una maldición al mismo tiempo y que acabas sufriendo del síndrome de aislamiento, pero la verdad es que a mí me parece que transmite mucha libertad en lugar de sentirme limitada. Sólo espero que la vuelta al Madrid castellano no se haga muy claustrofóbica...
16.4.07
Irlanda Connacht, reino de Medb
La verde Irlanda en primer plano
Vista de Clonmacnoise, la ciudad sagrada de St. Ciarán, fundada en el s. VI a las orillas del Shannon
Una hermosa High Cross a la entrada del lugar. 4 de ellas marcaban las cuatro entradas en sus puntos cardinales
Round tower, punto de encuentro de peregrinos y visitantes
Ruinas de abadía
Puerta en Clonmacnoise
Aguas de Connemara, región de los lagos
Agua: puertas del Otromundo, elemento sagrado y sobrenatural de los celtas
Cruachain, antigua y legendaria capital de Connacht, donde gobernaba la reina Medb
Parque nacional de Connemara
Fields of gold
Cascada escalonada
Junto al convento
El oro del leprechaun
Aguas oscuras donde depositar ofrendas rituales. Convento al fondo
La luz de Lugh viajando sobre el paisaje
Agua, tierra y cielo
Os lo acompaño de este poema, que podéis escuchar recitado, pinchando en el título. This is by William Butler Yeats:
14.4.07
Videos El Señor de los Anillos
"Sin ti a mi lado" - Música de Ismael Serrano - Aragorn & Arwen
"The blower´s daughter" - Música de Damien Rice - Eowyn & Aragorn/Eowyn & Faramir
"With or without you" - Música de U2 - Aragorn & Arwen
"Who´s gonna ride your wild horses" - Música de U2 - Caballos en ESDLA