
Este artículo, a mi parecer, está sacado de contexto. Creo que muchos de los fans estarán encantados (sobre todo los de la parte de El Silmarillion). Por si no lo he dicho nunca, El Silmarillion es mi obra favorita de Tolkien.
Cultura celta e irlandesa. Cuentos, leyendas, arqueología, mitología, poesía y épica para iluminar el camino
Ya está disponible, por primera vez en DVD el mítico concierto "Under a blood red sky: Live from Red Rocks" del 1983. Este es mi concierto favorito. Bono con las botas y la bandera blanca, de leyenda.
El nuevo disco de U2 sigue adelante, para su publicación en 2009, con el título provisional "No line on the horizon"
Una mañana brillante del mes de lothron, Túrin fue despertado por súbitas trompetas. Corrió hacia las puertas y vio, en el patio, a muchos hombres a pie o a caballo, todos completamente armados, como si fueran a partir a la guerra. Allí estaba también Húrin, que hablaba con los hombres y daba órdenes. Túrin se enteró de que ese día partían para Barad Eithel. Aquéllos eran guardias y hombres de la casa de Húrin, pero todos los hombres de sus tierras que no eran imprescindibles también habían sido convocados. Algunos habían partido ya con Huor, el hermano de su padre; y muchos otros se unirían al Señor de Dor-lómin en el camino para, agrupados bajo su estandarte, seguirlo hasta el gran acantonamiento del rey.
Luego levantó a Túrin sobre sus hombros, y gritó a sus hombres:
- ¡Que el heredero de la Casa de Hador vea la luz de vuestras espadas!
Entonces, todas las huestes de Angband embistieron. Con los muertos, levantaron un puente sobre el río, y arremetieron contra los supervivientes de Hithlum cubriéndolos como la marea va sumergiendo una roca. (...)
Cuando ya sólo Húrin permanecía en pie, arrojó el escudo, agarró el hacha de un capitán orco y la esgrimió con ambas manos; y se canta que el hacha humeaba de la sangre negra de la guardia de trolls de Gothmog, hasta que se marchitó, y cada vez que asestaba un golpe Húrin gritaba:
- ¡Aure entuluva! ¡Llegará de nuevo el día!
Setenta veces lanzó ese grito; pero al cabo lo atraparon, vivo, por orden de Morgoth, que tenía previsto hacerle así más daño que con la muerte. Por tanto, los Orcos se lanzaron contra Húrin sin armas, intentando aferrarlo con las manos, aunque él se las cortaba; pese a ello, el caudal de enemigos se renovaba sin cesar, hasta que cayó sepultado debajo de ellos. Entonces Gothmog lo encadenó y lo arrastró a Angband, burlándose de él.
Así terminó la Nirnaeth Arnoediad, cuando el sol se ocultó en el Mar. Cayó entonces la noche sobre Hithlum, y del oeste vino una gran tormenta de viento.